Qué son las cookies (sin historias técnicas) y cómo configurarlas sin frustrarte
Introducción
Entras en una web y… zas: banner gigante de cookies. “Aceptar todo”, “Rechazar”, “Configurar”, “Partners”, y un texto que parece escrito para que te rindas.
Y pasa lo de siempre: muchísima gente pulsa “Aceptar todo” solo para que le dejen seguir. No porque quiera, sino por fatiga.
Este post te lo explica como una persona normal necesita: qué son las cookies, cuáles importan, por qué existe el banner y qué ajustes tocar para recuperar control sin romper Internet.
Mini-guía en 2 minutos (lo que más rentabiliza)
Si solo vas a hacer una cosa hoy, haz esto. Es el 80/20:
- En tu navegador: activa el bloqueo de cookies de terceros o el modo de protección antirrastreo.
- En los banners: elige “Rechazar” o “Solo esenciales” (y si no existe, “Configurar” y desactiva publicidad/seguimiento).
Con esto reduces bastante el rastreo “entre sitios” sin entrar en configuraciones infinitas.
Qué son las cookies (versión para humanos)
Una cookie es un pequeño dato que una web guarda en tu navegador para recordar algo: que has iniciado sesión, qué hay en tu carrito, tu idioma, o (en muchos casos) para rastrearte.
Importante: una cookie no es un virus. El problema no es “la cookie”. El problema es el uso.
Las dos categorías que de verdad importan
1) Cookies de primera parte (first-party)
Las pone la web que estás visitando. Suelen servir para cosas funcionales: sesión, preferencias, carrito. Pueden ser legítimas y necesarias.
2) Cookies de terceros (third-party / cross-site)
Las pone un tercero incrustado en la web (publicidad, trackers, botones sociales, medición…). Permiten que un tercero “te reconozca” al saltar entre webs. Estas son las que más se asocian al rastreo y al perfilado publicitario.
Tipos de cookies que te vas a encontrar en los banners
- Esenciales o técnicas: hacen que la web funcione (sesión, seguridad, carrito). Sin ellas, muchas webs fallan.
- Preferencias: idioma, accesibilidad, modo oscuro…
- Analíticas/medición: estadísticas de uso (visitas, clics, navegación). No son imprescindibles, pero algunas webs las usan para mejorar.
- Publicidad y seguimiento: perfilado, remarketing, “partners”, subastas de anuncios. Estas son las más invasivas.
Realidad incómoda: cookies ≠ único rastreo
Bloquear cookies ayuda, pero no es magia. Existen otras técnicas:
- LocalStorage / sessionStorage (almacenamiento del navegador).
- Fingerprinting (huella del dispositivo/navegador).
- Tracking server-side (correlación por cuenta/sesión/IDs).
Por eso, la estrategia sensata es: recortar lo fácil (terceros + anuncios) y no vivir engañado con “he rechazado cookies, soy invisible”.
Por qué aparece el banner (y por qué muchos están “diseñados para ganar”)
En Europa, las cookies no esenciales requieren consentimiento informado. El banner existe por eso. El problema es que muchos banners aplican patrones de diseño para empujarte a aceptar: botones llamativos, “rechazar” escondido, configuraciones eternas…
Traducción: si te cuesta rechazar, no es casualidad.
Regla práctica (para la mayoría de personas)
- En webs nuevas: acepta solo esenciales.
- Analíticas: acéptalas solo si confías en la web (y te importa que mejore).
- Publicidad/seguimiento: recházalas casi siempre.
La clave no es “no aceptar nunca”. La clave es que sea una decisión, no un automatismo.
Cómo configurar cookies sin frustrarte
Nivel 1: sin tocar nada raro (recomendado)
- En cada banner, pulsa “Rechazar” o “Solo esenciales”.
- Si no existe: pulsa “Configurar” y desactiva Publicidad, Seguimiento, Partners.
- Guarda la configuración.
Nivel 2: el “atajo universal” en el navegador (lo más rentable)
Esto reduce el rastreo entre webs sin estar peleándote con cada banner.
- Chrome: Configuración → Privacidad y seguridad → Cookies de terceros → Bloquear.
- Edge: Configuración → Privacidad, búsqueda y servicios → Prevención de seguimiento (estricta si te encaja).
- Firefox: Ajustes → Privacidad y seguridad → Protección mejorada contra rastreo (estricta o personalizada).
- Safari (Mac): Safari → Ajustes/Preferencias → Privacidad → Evitar seguimiento entre sitios.
Nivel 3: para quien quiere más control (sin convertirse en técnico)
- Borrar cookies al cerrar el navegador (más privacidad, menos comodidad: te “desloguea”).
- Usar perfiles: uno para banca/trabajo y otro para “navegación general”.
- Navegación privada para búsquedas puntuales (ojo: no te hace invisible, solo reduce historial/cookies locales).
En móvil: el ajuste que mucha gente nunca toca
Mucha navegación ocurre en el móvil. Ajustes simples:
- iPhone/iPad (Safari): Ajustes → Apps → Safari → Privacidad y seguridad → Evitar seguimiento entre sitios.
- Android (Chrome): Chrome → Ajustes → Privacidad y seguridad → Cookies de terceros → Bloquear.
¿Qué pasa si aceptas todo siempre?
No es que “te pase algo” inmediato. Lo que ocurre es acumulativo:
- Se construyen perfiles de intereses y hábitos de navegación.
- Aumenta el intercambio de señales con terceros (publicidad, medición, “partners”).
- Te vuelves más segmentable (para anuncios… y para ciertos engaños dirigidos).
Si lo haces conscientemente, ok. Si lo haces por cansancio, estás decidiendo sin decidir.
Errores comunes (los de siempre)
- Creer que “Aceptar” es obligatorio para acceder (a veces hay alternativas o ajustes).
- Confundir “esenciales” con “todo lo que la web quiere”. No es lo mismo.
- Pensar que rechazar cookies te hace anónimo. Reduce rastreo, no te vuelve invisible.
- No tocar nunca el navegador y pelearte solo con banners.
Checklist rápida
- ¿Bloqueas cookies de terceros o usas protección antirrastreo?
- ¿Rechazas publicidad/seguimiento cuando te lo ofrecen?
- ¿Revisas apps/permisos en móvil (Safari/Chrome)?
- ¿Aceptas analíticas solo en webs de confianza?
- ¿Tienes un “perfil limpio” para banca/trabajo?
Conclusión
Las cookies no son el enemigo. El enemigo es aceptar sin entender y regalar datos por agotamiento. Con una estrategia sencilla (bloquear terceros + rechazar seguimiento) recuperas muchísimo control sin vivir enfadado con Internet.
En Gondor defendemos una privacidad práctica: menos miedo, más criterio y decisiones informadas sobre tus datos.